Medicina estética

La Medicina Estética engloba tratamientos no quirúrgicos destinados a mejorar la imagen corporal y facial de nuestros pacientes. Podemos restaurar volúmenes perdidos, eliminar o mejorar surcos y arrugas, aportar hidratación y luminosidad, tensar áreas de flacidez, etc, todo ello en la consulta y con anestesia local.

TRATAMIENTOS


BOTOX

La toxina botulínica, más conocida como bótox (la marca comercial del primer medicamento de este tipo que se comercializó), es una toxina aprovechada en medicina estética por su capacidad de producir parálisis muscular.  Uno de sus mayores usos es contra la aparición de arrugas y líneas de expresión, ya que al ser una técnica indolora y sin contraindicaciones es apta para la gran mayoría de pacientes.


RELLENO CON ÁCIDO HIALURÓNICO

El ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra de manera natural en nuestro organismo y que ayuda a mantener la piel hidratada. Sin embargo, el paso de los años hace que la presencia de esta sustancia en la piel vaya disminuyendo considerablemente.

Es por eso que en los años 90 comienza a usarse en cosmética, inyectándolo en la piel con el objetivo de recuperar la hidratación y devolver los volúmenes al rostro. Puede usarse en el contorno y la comisura de los labios, para recuperar el volumen en la zona de los pómulos, para rellenar los surcos nasogerianos o las patas de gallo. 


MESOTERAPIA

La mesoterapia es una técnica que lleva aplicándose años para lograr un rejuvenecimiento facial. Mediante microinyecciones superficiales de diferentes compuestos según las necesidades (vitaminas, ácido hialurónico, oligoelementos, etc.) podemos lograr retrasar el envejecimiento de la piel y recuperar la vitalidad e hidratación en la misma a través de una técnica sencilla y mínimamente invasiva que no requiere de recuperación posterior. Se utiliza para mejorar la elasticidad de la piel, dar luminosidad al rostro, tratar pequeñas imperfecciones y, en general, mejorar la calidad de la piel.


HILOS TENSORES

Los hilos tensores son unos hilos finos utilizados en cirugía estética para rejuvenecer el rostro. Tienen múltiples aplicaciones, desde eliminar arrugas y flacidez, hasta levantar las cejas o, incluso, redefinir el óvalo de la cara y el contorno de la mandíbula.

La técnica consiste en la implantación de varios micro hilos en forma de red bajo la piel. Dicha red actúa como soporte de los tejidos provocando un efecto reafirmante instantáneo y favoreciendo la producción natural de colágeno.