La cirugía del abdomen o Abdominoplastia es la operación consistente en la extirpación del exceso de piel y grasa abdominal y en la corrección de la separación o diástasis de la musculatura abdominal.
Esta situación de exceso de piel y relajación de la pared abdominal se suele dar en pacientes que han tenido aumento de peso y pérdida posterior, y en el caso de mujeres que han tenido varios embarazos. La abdominoplastia consigue un abdomen más plano, más firme y una cintura más estrecha.
La Doctora Prieto se encuentra entre los grandes especialistas en abdominoplastia en Sevilla y en Andalucía.
La abdominoplastia o dermolipectomía es un procedimiento quirúrgico que corrige el exceso de piel abdominal y refuerza y tensa la musculatura.
En algunos casos es imposible conseguir el resultado esperado con la abdominoplastia. El exceso de piel que cuelga puede ser debido a embarazos múltiples, puede ocurrir tras una importante pérdida de peso o ser parte del proceso de envejecimiento. A veces también existen estrías visibles. Si la paciente desea un abdomen plano de nuevo, debe eliminarse el exceso de piel. Este proceso se denomina abdominoplastia y el grado depende del faldón de piel.
El procedimiento se puede dividir en tres pasos.
Si sólo existe debilitamiento de la piel con colgamiento de faldón cutáneo, puede ser suficiente extirpar una elipse de piel sobre el área púbica. Entonces, el abdomen recupera su tensión y lo único que se nota es una cicatriz horizontal, de tamaño variable entre 12 y 20 centímetros, según el grado de descolgamiento cutáneo, y que se disimula porque queda cubierto por la ropa interior y la ropa de baño.
Cuando también está debilitada la parte superior del abdomen, hay que realizar un despegamiento cutáneo hasta un nivel variable (desde región umbilical a esternón) en función de la flaccidez de la paciente, y tensar toda esa piel, que se une con la región púbica. El ombligo se vuelve a colocar en su lugar. En estos casos, la cicatriz suele ser más amplia; además existe otra cicatriz alrededor del ombligo, que no se nota demasiado. Mientras más severa sea la flaccidez y el descolgamiento, mayor será la cicatriz. En estos casos, la cicatriz va de un lado de la cadera, al otro, pero como hemos comentado anteriormente, se esconde bajo la ropa interior o de baño.
Después de varios embarazos, la musculatura abdominal permanece separada permanentemente. La propia paciente puede apreciarlo como un canal o depresión en la mitad del abdomen. Se denomina diástasis abdominal. Durante la abdominoplastia, el cirujano debe corregir la diástasis mediante la aproximación de los músculos que se suturan con puntos y quedan unidos de nuevo. Este procedimiento, mejora notablemente la cintura o talle. Para mejorar aún más el contorno, el cirujano puede realizar además una liposucción, sobre todo en la zona de la cadera.
Cuando la paciente llega al quirófano, es recibida por el equipo de su cirujano. Se le dibujarán las marcas de las incisiones que se le van a realizar y se le tomarán fotografías.
La duración de la cirugía es de 2 a 3 horas, dependiendo de la magnitud del problema y del paciente.
El cirujano extirpa una elipse que contiene el exceso de piel. Si la parte superior del abdomen también está fláccida y hay que tensarla, la incisión superior se realizará a la altura del ombligo. El ombligo se libera de los tejidos circundantes y se recoloca posteriormente. Se despega después la piel y tejido celular subcutáneo de la capa muscular de la región superior del abdomen hasta el nivel del esternón.
Para terminar, se debe realizar un nuevo orificio para el ombligo que se sutura en su nueva posición. Se dejan dos tubos de drenajes que se mantiene varios días. Los orificios de salida de los drenajes se colocan en la parte superior del pubis. Finalmente se cierran todas las heridas y se coloca un vendaje o una faja dependiendo de los casos.
Antes de una abdominoplastia:
Tras la intervención, la paciente pasa a la sala de despertar o de recuperación postanestésica donde permanecerá hasta que el anestesista lo considere oportuno.
No suele ser un proceso muy doloroso pero sí molesto por la tensión de la cicatriz.
Terminada la operación, la paciente tendrá dos drenajes que evitan la acumulación de fluidos y sangre. Cuando el débito del drenaje disminuya, éstos se podrán retirar. Normalmente se mantiene de 2 a 5 días dependiendo de los casos.
En las primeras 24 notará el abdomen endurecido. Podrá tener molestias y dolor, no sólo por la tensión de la piel, sino también por la tensión de los músculos. Recibirá medicación para el dolor. Los primeros días le costará mantener una posición erguida. Aparte de las medias de compresión, llevará un vendaje. Puede ser necesario recibir inyecciones diarias de heparina para prevenir la trombosis y embolias en determinados pacientes según sus patologías de base.
El día después se podrá levantar a la hora de comer, siempre con la ayuda de familiares o enfermeros.