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¿PRÓTESIS ANATÓMICAS O REDONDAS?

Una de las cuestiones más frecuentes a la hora de valorar una cirugía mamaria, bien sea un aumento de pecho o elevación mamaria, es acerca del tipo de prótesis que es más adecuada.

¿Será más conveniente elegir una forma anatómica o quizá optar por una prótesis redonda?

Es totalmente normal que surjan estas dudas, la elección de la prótesis debe hacerse en base al pecho de origen, a las características de los tejidos, al tipo de resultado deseado y a la valoración de beneficios e inconvenientes que nos aportan cada una.

Realmente, en la actualidad, existen 3 tipos de prótesis: Redondas, Anatómicas y Ergonómicas.

PRÓTESIS REDONDAS:

Tienen una forma redonda, es decir, rellenaran por igual el polo superior que el inferior de la mama. Existen diferentes tipos de proyecciones en función de la curvatura que tengamos, por lo que también podemos obtener diferentes resultados.

Son las prótesis que menores riesgos tiene a largo plazo, ya que evitan el riesgo de rotación que tiene las prótesis anatómicas y permiten por lo tanto colocarlas sin cobertura texturada. Pero aún en el caso de moverse, una vez implantadas, no suponen un problema estético al ser redondas quedan igual en apariencia.

Fáciles de introducir con mínimas incisiones y cicatrices poco importantes, lo que facilita la recuperación y el postoperatorio.

Hay que tener en cuenta que, si el volumen mamario de base es prácticamente nulo, la paciente es excesivamente delgada o los tejidos demasiado tersos pueden dar excesiva sensación de redondez y el resultado final perder naturalidad.

 

PRÓTESIS ANATÓMICAS:

También llamadas prótesis en forma de gota o de lágrima. Su característica fundamental es que la mayor parte del volumen lo van a aportar en la parte inferior simulando una mama natural. En líneas generales nos aportan un resultado muy natural.

En pacientes muy delgadas, con poco volumen mamario o tejidos muy tersos son las que nos van a permitir resultados más naturales.

Suelen tener un tacto algo más firme que las prótesis redondas, ya que el gel de silicona del que están hechas es más cohesivo para poder mantener dicha forma.

Como los implantes anatómicos tienen una forma asimétrica, conllevan un riesgo de rotación dentro del pecho. Este problema de rotación de implantes puede comprometer la forma y la simetría de los senos y pueden requerir cirugía secundaria para corregirlos.

Comparado con un implante redondo, la forma y la textura de un implante anatómico suele requerir incisiones más grandes para colocar el implante en el bolsillo de la mama. Esto equivale a una mayor posibilidad de realizar cicatrices notables, así como un posible período de recuperación más largo.

PRÓTESIS ERGONÓMICAS:

En apariencia son prótesis de forma redonda, por lo que evitamos el riesgo de rotación, y su particularidad reside en el tipo especial de gel cohesivo que llevan que es capaz de tener movimiento y adaptarse de manera natural al movimiento.

Así cuando estamos de pie el gel es capaz de “caer” a la zona inferior simulando una prótesis anatómica y el tacto es muy similar a una mama natural. De manera que nos encontramos con una prótesis que combina las ventajas de una prótesis anatómica en cuanto a naturalidad y de una prótesis redonda en cuanto a que minimiza los riesgos futuros.

Cómo desventajas tenemos que en pacientes demasiado delgadas podemos tener el riesgo de rippling (pueden llegar a apreciarse algunos pliegues de la prótesis a través de la piel).

A pesar de esto, es muy importante dejarse asesorar por un especialista, ya que ellos podrán aconsejarte sobre cuál es el tipo de implante que mejor se adapta a tus necesidades físicas.